Dr. Enrique Del Valle Iberlucea 1261
(a 10 metros de la Calle-Museo Caminito).
La Boca. (C1160ABM).
Buenos Aires - Argentina.
(5411) 4301-1497
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Horario:
Abierto de lunes a viernes de 11 a 18 hs. Sábados, domingos y feriados de 11 a 19 hs.
1890: Nació en Buenos Aires el 10 de marzo y fue entregado a la Casa de Expósitos luego Casa Cuna. Allí pasó los primeros seis años de su vida. Fue bautizado como Benito Juan Martín.
1896: El matrimonio Chinchella lo adoptó, Manuel genovés de Nervi y Justina Molina entrerriana de Gualeguaychú con ascendencia india. Ambos eran muy humildes y tenían una carbonería en el barrio de La Boca ubicada en la calle Irala entre Olavarría y Lamadrid. Manuel Chinchella además trabajaba descargando carbón en el Puerto.
1897: Concurrió durante tres años a la Escuela Berutti, dirigida por el dramaturgo José Berutti, ubicada en Australia 1081, donde aprendió a leer, dibujar, sumar y restar.
1898: Después de asistir a la escuela debió abandonar para ayudar a los padres en la carbonería. Su trabajo en un comienzo fue de atención al público. Luego comenzó a repartir el carbón a domicilio
1904: Participó activamente en la Boca, en la campaña que llevo a Alfredo Palacios a ser el primer diputado socialista de Latinoamérica.
1905: Trabajó junto a su padre en el puerto de La Boca, primer puerto carbonero del país, como peón de descarga portuaria, utilizando sus ratos libres para dibujar. Tomó lecciones de dibujo y perspectiva en la casa del carpintero Casaburi.
1907: Ingresó en el Conservatorio Pezzini Sttiatessi para estudiar dibujo y pintura, su verdadera pasión y vocación Su maestro fue Alfredo Lazzari de quien aprendió el respeto por la libertad en el arte. Allí conoció a Fortunato Lacámera y a Juan de Dios Filiberto, estudiante de música, quien fuera su gran amigo.
1908: Junto con otros dirigentes firmó la proclama de la huelga portuaria por la cual se conquistó la jornada de ocho horas y se redujo el peso de las bolsas de carbón hasta un máximo de 70 Kg.
1909: Viajó a San Javier, Córdoba, por motivos de salud, donde permaneció seis meses. Allí conoció a Walter de Navazio con quien pintó al aire libre. Una vez de regreso a Buenos Aires instaló su primer taller en lo alto de la carbonería junto a Montero y Stagnaro. Dirigió su lectura hacia autores rusos y franceses y comenzó a frecuentar el Museo Nacional de Bellas Artes.
1910: En la Sociedad Ligure de Socorro Mutuo de La Boca expuso cinco obras: un óleo: "Vista de Venecia", dos paisajes a la tempera y dos estudios de cabeza a la pluma. Fue su primer exposición.
1912: Concurrió con Facio Hebequer y José Arato a las clases de dibujo al natural del maestro Pompeyo Boggio.
1914: Participó en el primer Salón de Rechazados realizado en el país, presentando dos cuadros: Quinta en la Isla Maciel y Rincón del arroyo Maciel. Este salón provocó diversas y encontradas opiniones. La crítica de los diarios La Nación y Crítica destacaron sus obras.
1915: Dictó un curso nocturno para obreros de dibujo ornamental. Por falta de título habilitante no le permitieron seguir enseñando.
1916: Apareció el primer artículo sobre la obra de Chinchella titulado "El carbonero", por Ernesto Marchese en la revista Fray Mocho Comenzó a usar la espátula además del pincel. Fundó el grupo "Artistas del Pueblo" junto a Facio Hebequer. Vendió su primer cuadro a Dámaso Arce de la ciudad de Olavarría.
1917: Por intermedio de Facio Hebequer conoció a Pío Collivadino y a Eduardo Taladrid. Le aconsejaron pintar obras de gran tamaño para ser expuestas en la que sería su primer exposición individual.
1918: Realizó la primer exposición individual en la Galería Witcomb, con cuarenta y ocho obras. El primer cuadro lo compró Pío Collivadino. Fue admitido en el Salón Nacional. Participó en el Primer Salón de la Sociedad de Artistas Independientes. Cambió su nombre por el de Benito Quinquela Martín.
1919: Expuso dieciocho obras en el Jockey Club, muestra auspiciada por la Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires.
1920: Tercer premio en el Salón Nacional. Expuso en Mar del Plata veinte obras en la Galería Witcomb. Hizo su primer salida al exterior Río de Janeiro, Brasil patrocinado por la Sociedad Estímulo de Bellas Artes y expuso en el Salón de Honra de la Escuela de Bellas Artes con la presencia del presidente de Brasil, Dr. Epitacio Pessoa. Allí vendió varios cuadros, uno para el salón de actos del Palacio de Guanabara, sede presidencial. De regreso alquiló un taller en la calle Almirante Brown.
1922: Trasladó su taller a la calle Pedro de Mendoza 2087, compartiéndolo con Lacámera y Victorica. Apoyado por el presidente Alvear viajó a España con un cargo en el Consulado Argentino en Madrid.
1923: Realizó su primer exposición europea en Madrid en el salón del Círculo de Bellas Artes. Vendió varios cuadros. Buque en reparación fue adquirido por el Museo de Arte Moderno de Madrid actual Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. A su regreso compró para sus padres la casa donde funcionaba la carbonería sita en la calle Magallanes 887.
1924: Expuso diecinueve obras en Buenos Aires en la Asociación Amigos del Arte. Vendió la obra Día de sol en el Riachuelo al Ministerio de Marina para su Centro Naval.
1925: Viajó a París.
1926: Expuso en la Sala Charpentier de París. A su regreso integró la comisión fundadora de la Peña del café Tortoni. Participó en la creación de la Asociación Gente Arte Impulso en el Ateneo Cultural de La Boca fundado por Fortunato Lacámera.
1927: Viajó a New York. Dos de sus obras: Día de Sol y Día gris en la Boca, fueron adquiridas por el Metropolitan Museum de New York.
1928: Expuso en la Anderson Gallery de New York treinta óleos de gran tamaño. Hizo una muestra de veintiséis obras en los salones del diario de la Marina en la Habana, Cuba A su regreso al barrio de La Boca fue recibido con procesiones y desfiles. El presidente Alvear lo agasajó con un banquete en su honor y su mujer Regina Pacini, se convirtió en asidua visitante de su taller. Pintó dos grandes cuadros para el hall del teatro Regina, ubicado en el segundo piso de la Casa del Teatro.
1929: Viajó a Italia. Su exposición en Roma fue visitada por el rey Vittorio Emanuelle III y Benito Mussolini quien lo proclamó su pintor preferido porque pinta el trabajo. Su cuadro Momento Violeta, óleo de 2 m. x 1,65 m., fue adquirido por la Galería de Arte Moderno de Roma. El Papa Pío XI lo recibió en audiencia privada.
1930: Viajó a Londres, donde realizó su última exposición en el exterior en la galería Burligthon. Vendió varios cuadros a distintos museos británicos, que se suman a Puente de la Boca regalo del presidente Alvear al Duque de Windsor durante su visita a la Argentina. Expuso veintinueve óleos y algunos dibujos sobre el puerto.
1931: Realizó una muestra en el Museo de Bellas Artes de Santa Fe Rosa Galisteo de Rodríguez, veintiún óleos y diez dibujos. Descarga de carbón con grampas fue adquirida por la Comisión Provincial de Bellas Artes para incorporarlo al Museo.
1933: Compró un terreno que donó al Estado para que se levante la Escuela Museo Pedro de Mendoza. 1936: Inauguración de la Escuela Pedro de Mendoza.
1938: Inauguración del Museo de Bellas Artes de La Boca, en la calle Pedro de Mendoza 1835, donde instaló su último taller.
1940: El Ateneo de Ciencia y Arte de México le concedió el titulo de miembro correspondiente.
1943: Fue elegido miembro de la Comisión Directiva del Círculo de Bellas Artes. Expuso veintinueve óleos, veinticinco grabados y diez dibujos en el Museo Provincial de Bellas Artes de Tucumán.
1944: Realizó en Buenos Aires, en la galería Witcomb, su segunda muestra individual con cuarenta y cinco óleos, veinticinco aguafuertes y cuatro dibujos.
1947: Inauguración del Lactariun Municipal N° 4, hoy Jardín Maternal Quinquela Martín, en un terreno donado por el artista.
1948: Creó la Orden del Tornillo de la que será Gran Maestre. El Jardín de Infantes N° 6 comenzó a funcionar sobre un terreno donado por Quinquela Martín. El Grupo Americanista de Intelectuales y Artistas de Linaje lo nombró miembro honorario por su labor intelectual en favor de La Cultura, La Paz y La Fraternidad Continental.
1949: Expuso en Mendoza, en la Feria de la Vendimia óleos, dibujos y aguafuertes. En La Plata, expuso en las salas del Museo de Bellas Artes de la provincia de Buenos Aires, treinta y siete óleos, diez dibujos y veinticinco aguafuertes. El Museo adquirió el óleo Efecto de sol.
1950: Inauguración de la Escuela de Artes Gráficas para Obreros actualmente Escuela de Artes Gráficas Armada Argentina y Colegio Industrial sobre terreno donado por Quinquela Martín. Con el auspicio del Gobernador de la Provincia de Santa Fe, realizó una muestra en el Museo Municipal de Bellas Artes, de la ciudad de Rosario. En Buenos Aires, junto a Victorica organizó la exposición en homenaje a Alfredo Lazzari.
1953: Expuso sesenta obras en la Galería Witcomb. Participó de la inauguración del Museo de Bellas Artes de Bahía Blanca, exponiendo treinta y cuatro óleos, seis dibujos y catorce grabados .
1955: Auspiciado por el Gobierno Superior de la Provincia de Córdoba, expuso cincuenta y seis obras óleos, aguafuertes y dibujos en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio A. Caraffa.
1956: Expuso veinticuatro obras en el Palacio Municipal de Tres Arroyos. Tormenta con Sol fue adquirida por la Municipalidad .En Coronel Dorrego expuso catorce obras.
1957: Comienzo de la construcción del Instituto Odontológico Infantil, sobre terreno donado por Don Benito Quinquela Martín .Participó con la obra Rincón Boquense en la exposición de homenaje a la Agrupación Impulso en Avellaneda.
1958: Exposición Individual en el Museo y Academia Municipal de Bellas Artes de Tandil. Exposición Orden de la Dama de Elche, en La Plata.
1959: Inauguración del Instituto Odontológico Infantil actualmente Hospital Municipal de Odontología Infantil Don Benito Quinquela Martín. Expuso en el Salón Dorado del Palacio Municipal de La Plata treinta y nueve óleos, cinco dibujos y un esmalte sobre hierro. La obra Día de sol fue adquirida por el Museo Municipal de Bellas Artes de La Plata.
1961: En el mes de agosto expuso en Buenos Aires, en la Galería Witcomb, sesenta y dos obras.
1963: Con motivo de la fundación del Museo de Bellas Artes General Urquiza, Quinquela donó su obra Hora azul en la Boca. Fue nombrado Primer Presidente Honorario de este Museo. Expuso una obra en la muestra de Pintores Argentinos realizada en el Jockey Club de Montevideo.
1964: Expuso en la XVIII Muestra Itinerante de Artistas Plásticos Nacionales, de Retiro a Jujuy, en el tren Cinta de Plata.
1966: Se inició la construcción del teatro de la Ribera sobre terreno donado por Quinquela Martín. Fueron inauguradas las terrazas del Museo de Bellas Artes de la Boca para la exhibición de esculturas de Artistas Argentinos.
1971: Inauguración del teatro de la Ribera, actualmente Teatro Municipal de La Ribera, complejo teatral Enrique Santos Discépolo. Exposición en el Jockey Club de La Plata.
1972: Fue nombrado por la Universidad de Buenos Aires Miembro Honorario de sus claustros.
1974: Se casó con Marta Cerruti. Recibió el homenaje del Fondo Nacional de las Artes. Se realizó una muestra retrospectiva de su obra en las Salas Nacionales de Exposición en el Paláis de Glace.
1977: Falleció en Buenos Aires, el 28 de enero, a los 86 años de edad.
"La Boca es mi taller mi refugio y mi modelo. Todo lo que hice y todo lo que conseguí es un premio a la fidelidad. En mi vida y en mi arte permanecí siempre fiel a mí gente, a mi puerto y a mi barrio".
La Boca del Riachuelo es un barrio ubicado al sur de la ciudad de Buenos Aires. Se encuentra habitado en su mayor parte por inmigrantes italianos, que llegaron a mediados del siglo pasado a nuestro país.
El puerto de La Boca, por entonces, era el principal mercado de carbón de leña de la ciudad. Numerosas embarcaciones amarraban a sus muelles, donde hombres de fuerte contextura física, cargaban y descargaban mercaderías.
En esta ruda faena se encontraba don Manuel Chinchella, oriundo de Génova, padre adoptivo de Benito Quinquela Martín.
Desde el siglo XIX, fue prosperando la actividad portuaria. En ambas márgenes del Riachuelo se instalaron talleres metalúrgicos, astilleros, frigoríficos y establecimientos navales. La Boca era un barrio esencialmente obrero, sus habitantes vivían en precarias viviendas construidas de madera y chapas de cinc. Por ser un terreno bajo y anegadizo, edificaban sus casas, sobre pilotes de madera de quebracho. Sus ocupantes pintaban estas viviendas con el sobrante que les quedaba después de pintar las embarcaciones. De ahí, que las casas, presentaban distintos colores en sus frentes.
Poco a poco, el barrio dejó de ser una comarca aislada. En 1870 líneas de ferrocarril urbano, unieron esta zona con plaza Once. Por estos años, la Boca logró su autonomía jurisdiccional, contando con una modesta capilla, San Juan Evangelista, para poder albergar a sus fieles.
Los primeros pasos en la educación lo dieron Don Rafael Amato y Doña Maurice de Patrón, quienes supieron brindar una formación a los hijos de los inmigrantes que en su mayoría manejaban el dialecto xeneize. Social y culturalmente, se fue incrementando el número de instituciones al servicio de la comunidad, donde se desarrollaron distintas actividades de interés general. La importancia que tuvieron en la sociedad estas instituciones nos las hizo saber el mismo Quinquela a través del libro Vida de Quinquela Martín de Andrés Muñoz: "Como todo vecino de la Boca, tenía por fuerza que pertenecer a alguna agrupación yo me Inscribí en la Sociedad Unión de La Boca, dentro de la cual funcionaba el Conservatorio Pezzini Sttiatessi. El salón Unión, como todos le decíamos en la Boca, era una especie de Academia Universal donde se enseñaba música, canto, dibujo, pintura, yeso, corte y confección y no sé cuantas cosas más."
Entre otras instituciones estaban, José Verdi 1878, la Yugoslava 1878, Bomberos Voluntarios 1884, Ligure 1885, La Española 1892, Torcuatto Tasso 1895 y Sol de Mayo 1898.
La Boca fue siempre un barrio esencialmente obrero. Ellos estaban representados en distintas agrupaciones gremiales, entre otras la de los estibadores, caldereros, calafateros, carreros y los carpinteros de La Ribera. Juntos aunaron sus esfuerzos por un mejoramiento social.
Dentro del periodismo, el Ancla- publicación bisemanal aparecida el primero de julio de 1875- fue el precursor de otras publicaciones que surgieron más tarde como "El Riachuelo”, "El Bohemio", "El Faro del Riachuelo" y "Cristóforo Colombo".
Dentro de las manifestaciones artísticas, el teatro tuvo su máxima expresión en el "Dante Alighieri" 1883. La tragedia y el drama italianos fueron los géneros más representados dentro de su sala.
El 13 de agosto de 1881, se inauguró el Ateneo Iris, en donde la Societá Filodramática, representó el drama lírico Aída. Un año antes, el piamontés Sebastián Gambaudi, abrió las puertas de la Confitería "Ligure" donde funcionó el teatro Panterpe.
El tango también tuvo su espacio en los cafetines de la Boca. Entre los más conocidos podemos mencionar el "Café del Sur", el "Café de Nani" y el "Café Azul".
Y no olvidemos que es en el tango en donde el barrio de la Boca vio nacer a uno de sus exponentes: Don Juan de Dios Filiberto.
Antes de finalizar el siglo XIX, La Boca era ya un barrio con perfil definido, que lo distinguía marcadamente del resto de la ciudad. Según el Censo Municipal de 1887, había en la zona 24.498 personas, distribuidas en 124 manzanas, donde el mayor núcleo de población estaba concentrado en la Vuelta de Rocha. Más del 70”, de la población se dedicaba a oficios ligados a la navegación, como marineros, caldereros, calafateros y armadores de barcos.
En 1897, Sofía Cattáneo describió así a este barrio porteño: "Un suburbio vastísimo. A pesar de su proximidad a la elegante ciudad mundana, este barrio tiene un carácter muy diverso y tan especial, que podrá considerárselo como si se hallara a más de cincuenta millas. El contraste proviene de la naturaleza del carácter, de las costumbres, de sus habitantes. Es un barrio popular donde hierve el trabajo y la vida".
Este fue el barrio en que creció Quinquela, quién supo captar su esencia y plasmarla en sus telas. El Riachuelo fue su inspiración artística más elocuente.
Muchos años más tarde, consagrado como el pintor de La Boca, materializó también en obras de bien público el amor que sintió por este lugar.
Entre los numerosos inmigrantes que llegaron dispuestos a labrar un porvenir en esta tierra, se encontraba don Manuel Chinchella, genovés, trabajador del puerto de La Boca y poseedor de una carbonería ubicada en la calle Irala al 1500. Aquí en esta tierra conoció a doña Justina Molina, entrerriana, de origen humilde, con quien formó una familia.
Una vez juntos, cuando la vida les negó la posibilidad de tener hijos, se acercaron hasta la Casa de Niños Expósitos, con el fin de poder adoptar una criatura. El matrimonio ignoraba por aquel entonces que ese niño portando el apellido de Chinchella enaltecería el singular barrio porteño de La Boca.
El niño que retiraron en 1896 de la Casa de Niños Expósitos se llamaba Benito Juan Martín. Si bien no se poseen datos exactos sobre la fecha de su nacimiento, sí sabemos que fue abandonado en esta institución - el 21 de marzo de 1890 con un papel que decía: "Este niño ha sido bautizado y se llama Benito Juan Martín". Se da como fecha de su nacimiento el día 10 de marzo, pero no es una fecha segura. El mismo Quinquela Martín nos ha dicho: " Mi nacimiento se pierde en la sombra de lo desconocido". Las monjas que lo encontraron dedujeron, dado su pequeña contextura física, debía tener tres semanas de vida, de ahí en más quedó establecida el 10 de marzo como fecha de su nacimiento.
A los 7 años de edad lo enviaron a la Escuela Berrutti de la calle Australia 1081, actualmente calle Quinquela Martín, donde cursó sus estudios tres años, luego debió abandonarlos porque sus padres necesitaban su ayuda en la carbonería.
Entrada la adolescencia se puso en contacto con el ambiente obrero. Su padre fue quien lo inició en el trabajo del puerto como cargador de bolsas.
Por aquel tiempo la Boca era el principal centro obrerístico del país y por ende, la demanda social de sus pobladores no se hizo esperar y se comenzó a generar un caldeado ambiente político. El barrio participó y apoyó a don Alfredo Palacios, quien en 1904 fue elegido primer diputado socialista del país. En dicho contexto, Quinquela no se halló al margen de la situación y participó distribuyendo panfletos y pegando carteles a favor del diputado socialista.
El Mosquito, como lo habían apodado sus compañeros del puerto por su contextura delgada, tomó sus primeras lecciones de dibujo y perspectiva con el profesor Casaburi, pero no siempre logró asimilar las enseñanzas académicas. "La Academia es una cosa fría, calculada, rígida, pero la belleza es otra cosa. Yo no digo que la Academia no pueda producirla, pero sí puede lograrse una obra bella sin sujetarse demasiado a las exigencias académicas."
A los 17 años, se inscribió en la Sociedad Unión de La Boca fundada en 1877, donde funcionaba el Conservatorio Pezzini Sttiatessi. Allí comenzaron sus lecciones de dibujo y pintura de la mano del maestro Alfredo Lazzari. Las clases consistían en copias de yesos y estampas, mientras que los domingos hacían un recorrido por la Isla Maciel pintando paisajes del natural.
El recuerdo más importante que Quinquela guardó de su maestro y amigo, fue la libertad de expresarse que fomentó en sus alumnos. "Este respeto por la libertad en el arte, es uno de los mayores beneficios que saqué de sus enseñanzas."
Quinquela asistirá a las clases de Lazzari hasta 1912. En la Sociedad Unión de La Boca, conoció a muchos amigos y colegas, entre ellos estaban: Arturo Maresca, Juan de Dios Filiberto, Fortunato Lacámera, Facio Hebequer, Camilo Mandelli Santiago Stagnaro, Vigo y Arato.
Existió un lugar donde todos ellos se daban cita: la peluquería de Nuncio Nuciforo, ubicada en la calle Olavarría. En ese lugar debatían sobre distintos aspectos de la cultura y del arte en general.
A través de Santiago Stagnaro - a quien apodaban el pequeño Leonardo por sus notables conocimientos en materia de poesía, pintura, música y periodismo- Quinquela conoció las lecturas de Gorki, Balzac y Víctor Hugo, cuyas ideas influirán más tarde en su estética. Con Stagnaro, quien se desempeñaba como secretario del gremio de los caldereros, Quinquela firmó en 1908 el "Manifiesto de la huelga portuaria", a partir del cual lograron implementar las 8 horas de trabajo y reducir el peso de las bolsas de carbón a 70 Kg.
La carbonería y el puerto le insumían demasiado tiempo, no sintiéndose bien de salud decidió ir a Córdoba en busca de una pronta mejoría. Allí conoció a Walter de Navazio, con quien pintó algunos paisajes cordobeses. Regresó de Córdoba habiendo recobrado toda la fuerza y el ímpetu de pintar. Necesitaba aprender, conocer bien su personalidad, como alguna vez le había dicho Stagnaro: Lázzari sabe mucho de arte y enseña bien lo que sabe me replicó Aprenda usted todo lo que pueda, pero no los fíe a las academias. La personalidad, tiene que buscarla y encontrarla uno mismo. Instaló su taller en lo alto de la carbonería de sus padres, situada en la calle Magallanes 970. Entonces alternaba su vida entre el trabajo y la pintura en el muelle o en la Isla Maciel.